Por la mañana: Sheraton La Caleta, un resort gigantesco con una habitación desde la que se veía un atardecer magnífico.
Por la tarde: Siam Park, el parque acuático por antonomasia en Tenerife. Aquí me encontré con mi destino en su tobogán Kamikaze. Dos veces.
Y tras esto, a descansar, que ha sido una semana muy movidita.