Nos levantamos por la mañana y pusimos rumbo a Güimar. Ni me planteaba que hubiera pirámides en Canarias. Las pirámides de Güimar son un parque-museo en el que habla de la relación que hay alrededor del mundo entre distintas civilizaciones que en principio no tienen ninguna relación entre sí, y que sin embargo tienen un nexo común, la construcción de pirámides.
Y de éstas construcciones volvimos al mar. Ésta vez para ir directamente bajo él en submarino en Marina San Miguel.
Por la tarde el plan iba a ser muy distinto. Teníamos preparado un peloteo de golf en Golf del Sur Aymerich. No es que se me diera muy bien pero oye, por probar…
Para acabar la tarde fuimos a el Médano, una playa que habitualmente está llena de surferos y que tiene un atardecer fantástico.
Esa noche íbamos a dormir en el Jacaranda, un hotel chulísimo con las habitaciones recién reformadas en un estilo que me encanta.