Visita una sidrería vasca
Las sidrerías vascas no son sólo un lugar de cena, y bebida, sino de reunión e intercambio. Un lugar donde hablar con amigos y extraños y pasar un rato divertido en uno de los lugares culturales que más me han impresionado de Euskadi
¡Txoootx! Es la palabra clave que indica que ha llegado el momento de levantarse de la mesa, o si ya estás de pie, acercarte a llenar tu vaso de sidra.
Así funciona esto: En el momento de llenar tu vaso, se formará una cola que comienza como a un metro y medio de la kupela que se va a abrir para probar la sidra. Una vez se abre el grifo, la sidra se dispara y debes recogerla con el vaso. Mientras se va llenando debes dejar espacio al de detrás para que pueda ponerse de forma que recoja su sidra cuando tu te quites sin que caiga ni una gota al suelo.
Es sencillo y divertido, debes estar atento porque dejar caer la sidra al suelo está bastante mal visto.
Los valores de una sidrería vasca son principalmente tres: buen comer, buen beber, y buen ambiente. Estar de charleta con un vaso de sidra en la mano bebiendo a buen ritmo es casi una garantía de que vas a hablar con gente nueva. Esto se une al hecho de que para conseguir más sidra te cruzas con otros, con lo cual es muy fácil entablar conversación.
El comercio
Preparar un viaje a Euskadi es prepararte para el buen comer, y las sidrerías hacen gala de ello poniendo buenos platos para el picoteo común: El menú suele incluir tortilla de bacalao, bacalao entero, y un buen chuletón para terminar, todo a lo grande para hacer buen fondo, que si no la sidra sube mucho, y rápido.
El bebercio
En fin, qué puedo decir. Es una sidrería, ¿no? El norte de España disfruta de buenas sidras y tener tu vaso lleno es tan sencillo como levantarte y conseguir que la sidra caiga en él. Claro que si no sabes moderar el ritmo, cada vez va a costarte más conseguirlo.
No necesitas pedir permiso a nadie para beber, te levantas, abres el grifo, y llenas tu vaso. Si hay mucha gente en la sidrería probablemente sólo tengas que ponerte en una fila que ya se esté sirviendo. Si no, al grito de "¡Txotx!" enseguida habrá alguien sumándose a tí.
El Ambiente
En un lugar donde sólo tienes que decir una palabra para que la gente se acerque, sólo se pueden ver dos cosas: buen rollo, y familiaridad. Te puedes levantar en cualquier momento, elegir una kupela, abrir el grifo, y llenar tu vaso y el de tus compañeros de noche con toda la tranquilidad del mundo. Puedes comer sentado, o de pie -como es tradicional, de hecho- y estar de charla con cualquiera. ¿Qué más se puede pedir?
Precios de una sidrería vasca
Toda la comida mencionada y la sidra que seas capaz de beber, está alrededor de unos 25-35€, que la verdad, es un precio razonable para tanta comida, sidra, y buen ambiente.
Mis recomendaciones
Entrar y conocer una sidrería es para mí el punto clave de mi viaje a Euskadi. Es una visita imprescindible que no debéis perderos.
La temporada de sidras abre sobre enero y termina en abril. Hablando con uno de los dueños de la sidrería que visitamos, me comentó que lo mejor es visitarles en Febrero. El mejor día es el jueves, y lo ideal es estar sobre las 8 de la tarde, para empezar a beber un poquito mientras se va haciendo la cena, y que salga a una hora razonable.
Puedes terminar sobre las 1 o 2 de la mañana para salir a algún pueblo cercano a continuar la fiesta, o si ya has tenido bastante, ir a descansar.
¿Qué os parece, no os apetece conocer un lugar así? Visitar una sidrería vasca es imprescindible a la hora de preparar vuestro viaje a Euskadi.
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